9 de agosto de 2021.
Errores más frecuentes: no conservar justificante de ingresos y gastos, equivocaciones en la transcripción de datos contables, no diferenciar entre cuenta bancaria y personal, no deducir correctamente los recibos bancarios y devengar incorrectamente las amortizaciones.
Los #autónomos, además de ocuparse de su actividad productiva, deben llevar una correcta gestión administrativa y contable para evitar sanciones por parte de Hacienda o la Seguridad Social. El éxito de la gestión de una actividad empresarial no depende sólo de la efectiva relación comercial con clientes y proveedores. En muchas ocasiones la falta de tiempo y conocimientos hacen que los autónomos y autónomas dejen los asuntos administrativos en el último lugar. Las prisas y la improvisación en la gestión administrativa pueden tener como resultado la comisión de ciertos errores que acaban pagándose con multas.
Los errores más comunes que suelen suscitarse, entre otros, es el de no conservar justificante de todos los ingresos y gastos, equivocaciones en la transcripción de datos contables, no diferenciar entre cuenta bancaria y personal, no deducir correctamente los recibos bancarios y devengar incorrectamente las amortizaciones.
En el caso de las amortizaciones, si el autónomo no identifica correctamente las facturas de inmovilizado de cara a su registro contable, la amortización puede realizarse por encima de su valor correspondiente para el ejercicio, lo que deriva en un error contable que puede acarrear una sanción.
Asimismo, los gastos que estén relacionados directamente con la actividad del autónomo son deducibles, pero necesitan de la factura correspondiente. Si se contabiliza un ingreso o gasto y no se conserva el justificante del mismo se podrá tener problemas ante una inspección de Hacienda. También a la hora de pasar los datos a contabilidad se pueden cometer errores que pueden suponer un problema y generar una sanción, que dependerá de la gravedad que le otorgue la Administración.
Como la ley no obliga a los autónomos a disponer de una cuenta bancaria exclusiva para su actividad, es habitual que muchos trabajadores por cuenta propia utilicen una única cuenta para los pagos y cobros de su actividad, y para el mismo tiempo realizar sus gastos personales o privados. Al no diferenciar entre ambas cuentas se produce una gran cantidad de movimientos que impiden una buena gestión del negocio, pudiendo cometer errores como no contar un gasto del negocio deducible, o contar como gasto deducible uno personal, por ejemplo.
Por último, no todos los gastos que realiza un autónomo no pueden ser deducidos, sólo aquellos relacionados con su actividad laboral y que estén correctamente justificados con su correspondiente factura.